sábado, 21 de noviembre de 2009

El boom de las curadurías de arte

ORIGINAL: PODER

Cada vez que observe un conjunto de obras de arte, intente crear ciertas conexiones entre ellas. Esa será la tarea del curador. Tanto en Chile como en el mundo, quienes tienen a su cargo la selección de piezas artísticas ganan cada día mayor relevancia.

Por Pabla Ugarte



Hoy es cada día más común leer la palabra curador, tanto en la prensa como en invitaciones a exhibiciones de arte. También es usual escuchar de muestras de arte que dicen estar curadas por alguien, o que en cierta bienal o trienal el curador nombrado para la siguiente edición es tal o cual persona. Es, sin duda, un término hoy vigente. Pero ¿qué es en realidad un curador y qué actividades realiza?

Debido a que el mundo del arte ha experimentado un crecimiento exponencial desde los 80 en adelante, lo que incluye a todos sus integrantes: artistas, coleccionistas, galerías, museos e instituciones, publicaciones, críticos, consultores de arte, curadores, entre otros, son estos dos últimos quienes han tomado relevancia debido a la especificidad que sus trabajos necesitan.

El término curador proviene originalmente del latín, y fue utilizado primero en el ámbito de lo legal, pero luego emigró al contexto artístico, donde el curador era “aquel que está a cargo de los bienes de los niños y los locos”. Es decir, en un comienzo cuidaba algo, estaba a cargo de una colección, pero hoy sus responsabilidades van mucho más allá de esta actividad.

Primero, está el curador que pertenece a una institución o museo, como por ejemplo MNBA, Malba, MoMA o TATE, y quienes tienen el papel de diseñar políticas institucionales y planear exhibiciones a largo plazo. Es el encargado de la colección de la institución. Es decir, debe estudiarla, analizarla y ampliarla. De esta manera, es un continuador de un proyecto que comenzó sin él, en la recolección de obras, y que seguirá para la posteridad sin él. Debe ser fiel, leal y apegado a la misión de dicha institución. A mayor el tamaño y envergadura de la institución, existe un mayor número de curadores especializados por departamentos.

Independencia a toda prueba

Fuera de las instituciones, en los últimos años se ha producido un boom de aquellos curadores independientes que intentan legitimar su trabajo a través de la elaboración de un discurso personal, desarrollando muestras, haciendo textos críticos, catálogos y reseñas en diarios y revistas. Los curadores independientes ejecutan su investigación curatorial fuera de los márgenes institucionales –un museo o una galería–, aunque siempre terminarán por adaptarla a un espacio físico donde finalmente presentarán su trabajo. De alguna manera, es como presentar un proyecto o licitación cuyo contenido es independiente de la institución, pero debe acogerse en cierta forma a la posición que dicho centro tiene con respecto al arte.

En general, un curador descubre y promociona el trabajo de ciertos artistas en los cuales está interesado. Al mismo tiempo, puede trabajar con ellos directamente en sus obras, algo cercano a la labor de un psicólogo o un coach –¡o un editor!–, pero que opera al nivel de producción de la obra. Por otro lado, un curador propone y ejecuta investigaciones para proyectos curatoriales, planifica proyectos, exhibiciones, textos, selección fotográfica, coordina la museología y museografía. En otras palabras, el curador se encarga de conceptualización al interior del mundo del arte, lo que incluye re-lecturas y ordenamiento de materiales históricos de períodos o temas de la historia del arte.

Tal vez una forma de entender la práctica curatorial es concibiendo que es básicamente un terreno de escritura. Es decir, toda exposición es siempre una narración. Y específicamente, una narración que ocurre en el espacio físico, una narración especializada. Por eso, toda práctica curatorial implica un acto discursivo. La noción de escritura, la noción de narración, y la noción de discurso son los tres elementos fundamentales en el terreno de la práctica curatorial. Es la puesta en acción con un acto discursivo y con la construcción específica de una narración.

La práctica curatorial puede tomar la metáfora de John Tagg: “Cada exposición es un mapa. Como tal, no solamente separa, define y describe un sitio particular, resaltando sus rasgos principales y puntos significativos y omitiendo o simplificando otros, sino que también representa el territorio de acuerdo con un método de proyección: un juego de convenciones y reglas bajo las cuales el mapa es construido. El problema radica en que en las exposiciones, como en los mapas, la naturaleza convencional de la representación tiende a estar oculta durante su utilización. Las leyes de proyección se vuelven invisibles”.

Caso a caso

Ya sea que queramos entender la curaduría de un grupo de obras como una narración o como un mapa, vamos a aplicar estos conceptos para analizar algunos casos.

Por ejemplo, la colección del MoMA fue fundada en la década del 20 por visionarios coleccionistas que querían una institución exclusivamente para el arte moderno, para que la gente entendiera y disfrutara el arte de su tiempo (desde los impresionistas). Así, en un contexto bastante conservador empezó con ocho grabados y un dibujo. Y sin perder esta misión, hasta hoy continúan enriqueciendo una de las mejores colecciones de arte de fines del siglo XIX, el siglo XX completo, e incluso hoy incursionando en el XXI.

Desde el origen de este museo la producción artística ha sido dividida en los departamentos de Arquitectura y Diseño; Dibujo; Films; Media; Pintura y Escultura; Fotografía; Grabados y Libros. Analizando la formación de esta colección, que hoy cuenta con más de 150.000 piezas, podemos concluir que es un grupo de obras que revisa distintos aspectos de la producción cultural, con un orden cronológico, poniendo un claro acento en la producción de las vanguardias de arte mundial.

De igual forma, una muestra de dos curadores independientes: Táctica, estrategias para romper el aislamiento, presentada en la Sala de Arte de la CCU, cuya curatoría estuvo a cargo de Renato Bernasconi y Pabla Ugarte (quien escribe esta nota), busca reflexionar sobre cómo el contexto geográfico es parte esencial de la identidad chilena.

Dicha curatoría se estructuró sobre la base de la idea que estamos aislados y nos sentimos al fin del mundo. Con esto en mente, algunos artistas han desarrollado hábiles estrategias para desplazar fácilmente sus obras por el planeta, y son aquellos procedimientos de movilidad los que explora la muestra. Para ello se revisaron cuatro de estas operaciones: plegar, fragmentar, desarmar y miniaturizar, todo ello con el fin de hacer que las obras no sucumban al aislamiento territorial que las separa de los centros del arte.

De igual forma, el proyecto del joven curador Gonzalo Pedraza Colección Vecinal fue generada específicamente para la Galería Metropolitana, en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, con el objetivo de comprender la relación de los habitantes del barrio con el arte, lo que fue materializado con las obras que cada habitante de la comuna tenía en los muros al interior de sus casas.

Se les pidió a los vecinos que prestaran sus obras para la exhibición. Así fue como Pedraza juntó 250 piezas, y en su rol de curador de la muestra procedió a estudiar las obras y las montó de tal forma que generó una lectura específica para esta colección. Ahora los vecinos no sólo son el público objetivo, sino que también protagonistas de la muestra, porque las obras expuestas son las mismas que ellos exhiben en los muros de sus casas.

Queda claro que el ejercicio curatorial es una actividad diversa. Ya que no se trata simplemente de administrar u organizar. Hoy los curadores dan un punto de vista. Esa es la nueva tarea: cada vez que observe un conjunto de obras de arte, intente crear ciertas conexiones entre ellas. Esa es la tarea que desempeña el curador.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Aimee Mullins y sus 12 pares de piernas

ORIGINAL: TED

Determinación, nuevas perspectivas, arte, poesía, innovación pero sobre todo ausencia de límites en el pensamiento (cómo los niños citados al inicio). Son 10 minutos de charla, pero apenas tenemos una vida para poner en práctica sus enseñanzas.

Atleta, actriz y activista, Aimee Mullins habla de sus piernas prostéticas --- tiene una docena de pares asombrosos -- y los superpoderes que le dan: velocidad, belleza y 15 cm más de altura ... Sencillamente, ella redefine lo que el cuerpo puede ser.

(Se pueden elegir subtítulos en Español)