Por: Lucrecia Piedrahita Orrego. Museóloga / Curadora / Candidata a Magíster en Pensamiento Estético Contemporáneo. México, D.F.
El grabador dibuja, imprime líneas sobre la matriz para producir una imagen, escribe textos visuales en superficies que reciben una caligrafía multiforme. La palabra “grabar“, documentada desde el siglo XVI, significa trazar en una materia, marcas, letras o signos con una pieza incisiva. Efectivamente, el grabado puede interpretarse como un ejercicio derivado del tránsito de la ecuación escritura / dibujo en donde se asienta el concepto desarrollado por Julia Kristeva cuando afirma que -la escritura es grama, huella, trazo, recurre al espacio y se fija en él, es allí donde tiene su realidad-. De ahí que la escritura, no sólo se –imprime-, se sujeta, se graba en el espacio, sino que ese espacio precisa su propio escenario, es decir, la escritura, hace espacio, desplaza su espacio para crear espacio. Por ello la escritura/grabado nunca es planimétrica, por el contrario genera planos de lectura y subraya la infinitud de posibilidades contenida en su propia materialidad.
La grafía como dibujo permite revisar el origen posible del verbo “dibujar” en el francés antiguo: “deboissier” donde aparece el morfema “bois” = madera, por lo tanto “grabar en madera”. El dibujo y el grabado – como, por ejemplo en las xilografías – como “líneas”, es muy cercana a la idea de una incidencia en una superficie de “trazos”. Y esto lleva a hacer otra referencia hacia Derrida: superficie y trazo se constituyen mutuamente. De ahí que el grabador escriba e inscriba una red de marcas visuales y una imprimatura de gestos gráficos. El grabado permite al artista recrear imágenes, escribir palabras, apilarlas y convertirlas en un archivo de consulta para disponerlas espacialmente. De esta manera las matrices sobre las que imprime el grabador permiten la búsqueda de un orden logrado en la misma construcción de su discurso con el público a través de su imaginería, signos y símbolos pictóricos.
El Museo El Castillo inauguró la Segunda Muestra Colectiva de Grabado “Nuevos Nombres”, en ella participan más de 40 aristas jóvenes con 55 obras seleccionadas bajo parámetros de excelencia en el manejo de las diversas técnicas, la factura y las constituyentes de la imagen.
- Alejandro García
- Alejandro Ospina
- Ana Fernández
- Ana María Martínez
- Ana María Velásquez
- Angélica María Zorrilla
- Anna María Lozano
- Byron Rodríguez
- Catalina Jaramillo
- Cristian Camilo Guerra
- Daniel Rúa
- Diana Hernández
- Didier Pulgarín
- Diego Ramírez
- Elizabeth Betancur
- Emmanuel Naranjo
- Felipe Flórez
- Gerardo de Jesús López
- Gustavo Escobar
- Isabel Cristina Velásquez
- Isabel Rendón
- Jeison Sierra
- Johana Bojanini
- Jorge Andrés Marín
- Josué David Suárez
- Juan David Díaz
- Juan David Díez
- Juan Felipe Giraldo
- Juan Sebastián Atehortúa
- Julián Carvajal
- Laura Victoria Andrade
- Lucía Aristizábal
- Luis Felipe González
- Marcela Cárdenas
- Marcia González
- Mario Esteban Villa
- Natalia Cárdenas
- Natalia Parra
- Norbey Moncada
- Oscar Jaime Arango
- Pablo Guzmán
- Paulina Escobar
- Sergio León Tirado
- Tatyana Zambrano
- Yuli Cadavid.
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