domingo, 25 de marzo de 2012

ORIGINAL: Letras Anónimas
marzo 19, 2012



1. La deconstrucción 
Para Derrida, La Decontrucción es el cuestionamiento de los conceptos que, históricamente se han entendido incuestionables y hacen parte de nuestro sistema de pensamiento. Es pensar la genealogía estructurada de sus conceptos de la manera más fiel. Busca determinar lo que históricamente se ha prohibido o disimulado y Jaques Derrida busca analizar las vías por las que esto sucede. Si esto se descubre, entonces se estaría viviendo una ‘cierta transformación total’, pues de otra manera no sería posible. 

2. La gramatología
Tras la necesidad de una ciencia de la escritura, Derrida propone la gramatología, la cual, debería abrir el campo y levantar los obstáculos epistemológicos; pero también cuestión sobre los límites de esta ciencia.

Deberá perseguir y consolidar lo que, en la práctica científica, ya excede la clausura logocéntrica. Ésta Inscribe y de-limita la ciencia y las normas científicas; la gramatología se piensa como una ciencia distinta, una nueva disciplina cargada de un nuevo contenido, de un nuevo dominio bien determinado.

Esta ciencia deberá deconstruir todo lo que liga el concepto y las normas de la cientificidad a la ontoteología, al logocentrismo, al fonologismo. Esto supone un doble registro en la práctica gramatológica: hay que ir a la vez más allá del positivismo o del cientificismo metafísicos y acentuar lo que en el trabajo efectivo de la ciencia contribuye a liberarla de las hipotecas metafísicas que pesan sobre su definición y su movimiento desde su origen.

3. La diferencia (la différance)
La différance, es el juego sistemático de las diferencias, de las trazas de las diferencias, del espaciamiento por el que los elementos se relacionan con otro; es el movimiento (activo/pasivo) que consiste en diferir, por dilación, delegación, sobreseimiento, remisión, circunloquio, retraso, reserva.

Además, referencia el movimiento de la différance es la raíz común de todas las oposiciones de conceptos que escanden nuestro lenguaje; y también el elemento de lo mismo en el que las oposiciones se anuncian. Estas diferencias son los efectos de la différance y como no están inscritas a ningún lugar en particular no se producen por la actividad de algún sujeto parlante. 

En este sentido, el concepto de différance no es simplemente estructuralista, ni simplemente genetista, siendo esta alternativa un ‘efecto’ mismo de différance. La Différance no admite que ningún concepto o enunciado mayor organice desde la presencia teológica de un centro, el movimiento y el espaciamiento textual de las diferencias.

4. La exclusión de la escritura en el fonocentrismo 
Para Derrida esta exclusión es necesaria, si se quiere tener en cuenta con alguna coherencia, el principio de diferencia. Este principio dictamina no sólo no privilegiar una substancia -aquí la substancia fónica, que se dice temporal- excluyendo otra -por ejemplo, la substancia gráfica, que se dice espacial-, sino incluso considerar todo proceso de significación como un juego formal de diferencias.

Esto, con el fin último de producir un nuevo concepto de escritura al que llama grama o différance el cual, desde su juego de las diferencias, supone síntesis y remisiones que prohíben que un elemento o concepto esté presente en un texto con el único fin de representarse a sí mismo. Ninguna presencia o ausencia de elemento alguno es gratuita.

Esto aplica tanto para el discurso hablado como para el escrito, pues ningún elemento debe actuar como signo sin remitir a otro, este a su vez, se construye con las trazas de los otros conceptos y aporta nuevas trazas o los demás elementos presentes en el texto. Se requiere formar un encadenamiento o tejido que resulta ser es el texto que sólo se produce en la transformación de otro texto.

La deconstrucción / La gramatología / La diferencia (la différance) / La exclusión de la escritura en el fonocentrismo. Por: Lucrecia Piedrahita (Candidata a Magister en Teoría Crítica)

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